¿Qué son los vinos italianos con Denominación de Origen?
¿Cuáles son sus características?
¿Qué los hace especiales en comparación con otros vinos?

Los vinos italianos con Denominación de Origen son vinos muy ligados a su territorio de origen.

De hecho, cada vino con Denominación de Origen tiene una zona geográfica de origen concreta y solo se puede producir en un territorio concreto: esto permite al consumidor final tener una garantía del origen geográfico del producto.

El vínculo indisoluble con el territorio de origen permite que los vinos con Denominación de Origen contribuyan de forma positiva al desarrollo de las regiones donde se producen, ya que:

– contribuye a la promoción de productos que cuentan con una gran tradición y un vínculo indisoluble con la comunidad de referencia;
– aumenta el desarrollo de las explotaciones agrícolas de la zona y del país;
– ayuda a preservar las zonas rurales donde se producen los vinos con Denominación de Origen.

Los vinos italianos con Denominación de Origen se pueden dividir en tres tipos:

– vinos IGT
– vinos DOC
– vinos DOCG

DOCG, DOC e IGT son signos distintivos que garantizan el origen del vino y que lo protegen de las falsificaciones.
Los signos distintivos DOCG, DOC e IGT son una protección para el consumidor que, ante la presencia de estos signos en la etiqueta, puede estar seguro que un determinado vino procede de una zona concreta y ha sido elaborado según una especificación del producto concreta.

De hecho, todo vino con Denominación de Origen tiene una especificación del producto específica, que regula de manera clara y puntual los procedimientos de elaboración del vino en cuestión, lo que supone una garantía adicional para el consumidor.

En la especificación del producto se establecen las peculiaridades que debe tener un vino para acogerse a la denominación específica, entre las que recordamos la base ampelográfica, la zona de producción, las normas para la viticultura, las características para el consumo y el vínculo con el entorno geográfico.

Dentro de este último punto de las especificación del producto de los vinos con Denominación de Origen, se definen también los factores humanos relevantes para el vínculo con el territorio: las personas y la tradición vitivinícola de estas zonas adquieren, por tanto, un valor muy importante y el elemento humano se convierte así en uno de los principales protagonistas del producto final.

Los vinos italianos con Denominación de Origen también juegan un papel fundamental en términos de protección ambiental y sostenibilidad: el vínculo con su territorio de origen, de hecho, favorece la protección de los ecosistemas y la biodiversidad y desarrolla la cohesión social de la comunidad de referencia.

La sostenibilidad es un objetivo fundamental para los vinos con Denominación de Origen: cada vez más productores de vinos con Denominación de Origen se adaptan a las normas de sostenibilidad.

Una de las herramientas más avanzadas para certificar la sostenibilidad de los vinos italianos con Denominación de Origen es Equalitas, la norma que nace con el objetivo de promover la sostenibilidad de las cadenas de suministro agroalimentarias y vitivinícolas y que permite certificar un vino como sostenible según tres pilares: social, medioambiental y económico.

Los vinos italianos con Denominación de Origen son, por tanto, un patrimonio común y detrás de cada botella hay una historia hecha de pasión, profesionalidad y tradición, que vincula nuestros territorios a las personas que, día tras día, permiten que estas extraordinarias excelencias italianas acaben en nuestras mesas.